19 jun 2018

Gran acogida de la actividad "Bitrir, un pasado que nos suena y nos conecta" en el Día Internacional de los Museos

          Como ya hemos comentado en anteriores entradas, la Comisión Internacional de los museos, ICOM, celebra cada año el Día Internacional de los Museos el 18 de mayo. Desde el museo, y siempre comprometidos con el patrimonio, realizamos una actividad adaptada al lema propuesto por el ICOM para cada ocasión. Este año ha sido "Museos hiperconectados. Enfoques nuevos, públicos nuevos", y desde el museo hemos lanzado el lema "Bitrir, un pasado que nos suena y nos conecta", queriendo enfatizar la hiperconexión mencionada por el ICOM a través de la tarija o pequeño tambor del siglo X. 

          La actividad  la realizamos el pasado domingo día 17, y en ella se vivió una auténtica conexión cultural y temporal con nuestro pasado medieval islámico. Se realizaron tres acciones además de la visita guiada a la exposición "Con la A de Bitrir", para atender a un público diverso. Los más pequeños pudieron divertirse aprendiendo mientras fabricaban su propia tarija, decorándola inspirándose en la original y que estaba expuesta en la sala multifuncional del antiguo Museu Dámaso Navarro. A su vez, cada uno de estos pequeños tambores se iba a casa de cada niña y niño con un código QR, que daba acceso a la virtualización en 3D de la pieza original, para hacer llegar el museo a sus hogares y compartir la experiencia con sus familiares y amigos de forma interactiva. 

          Otro de los puntos fuertes fue la presentación de la virtualización 3D de la tarija, que a través de redes sociales y este blog, fue posible hacerla llegar a cualquier punto del planeta con conexión a internet. Además de interactuar con el modelo 3D y poder contemplarlo por todos sus ángulos, se acompañaba de una breve descripción e información histórica que ayuda a saber más sobre nuestro pasado. Por último, se pudo ver en directo el funcionamiento de una impresora 3D realizando una reproducción a escala de la tarija. Con ello, conseguimos conectar con todo el público adulto y adolescente más relacionado con las nuevas tecnologías. Y lo que sorprendió a los visitantes, fue la réplica a escala 1:1 de este instrumento musical, que además de haber sido impresa en 3D con una precisión milimétrica, fue pintada y tratada para dar la sensación de tener un objeto cerámico en las manos. Este elemento de accesibilidad, realizado junto a la virtualización por nuestro compañero Ismael Carratalá, consiguió hacer traspasar el cristal de la vitrina y tener la historia en nuestras manos. 

          Sin duda, fue una experiencia muy gratificante marcada por una gran afluencia de personas, unas 150 entre menores y adultos, muy interesadas en aprender y disfrutar con nuestro legado cultural, que hizo que acabásemos con todas las existencias de tarijas que habíamos preparado para los más pequeños y también con las mochilas que regalábamos por cortesía de la Dirección General de Cultura y Patrimonio.



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