Hace semanas que acabó el curso académico pero la actividad educativa no para. Como ya comentamos en la entrada de la semana pasada, el castillo y las casas-cueva son el escenario perfecto para hacer una excursión y pasar una divertida mañana disfrutando de las vistas y de la historia, y así lo demuestra la demanda que tenemos de academias y escuelas de verano.
En esta entrada recordamos la visita que tuvimos de este simpático grupo de alumnas y alumnos del colegio Carmelitas de Crevillente, que descubrieron todos los secretos que guarda nuestro castillo y disfrutaron de la cápsula del tiempo que supone las casas-cueva. Tras sentirse parte de la Historia llegando a lo más alto de la torre del castillo, y tras sorprenderse con el extraordinario campo visual que hay desde allí, concluyeron la jornada refrescándose con la buena temperatura que hay todo el año dentro de las casas-cueva.
Tanto ellas y ellos como nostros nos llevamos un grato recuerdo de una jornada divertida y llena de anécdotas que hicieron de la visita a nuestro patrimonio, una agradable experiencia que les acompañará mucho tiempo en le memoria y que, seguro, algunos repetirán.
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